Redactora SBA;
Myriam Merhi Andión
El pasado 20 de septiembre, en
el espacio Fórum Fnac, se llevó a cabo la presentación de la Sociedad de Blues
de Alicante (SBA). Una iniciativa que reunió a decenas de personas, entre ellas
profesionales de la música y amantes del blues.
Víctor Jordá (voz y guitarra),
Santy Burgui (guitarra acústica), Josele Martín (bajo, en los ochenta, fue
miembro de la formación original `Tonky Blues Band´, además de ser uno de los
pioneros del blues en España), Little Fonsi (armónica y voz) y Cristian
Palomera (percusión) fueron los encargados de dar comienzo a una noche que
prometía deleitar los oídos y el corazón.
Puntuales a su hora, los cinco
músicos nos invitaron a un viaje a través del tiempo, haciéndonos regresar a
los años cincuenta con el tema `That´s all right´, de Jimmy Rogers. El lugar
escogido sería Chicago, una de las ciudades donde reposan las influencias del `Delta
blues´ y donde, por aquellos años, comenzó a popularizarse el blues eléctrico.
Seguidamente, el Presidente de
la SBA, Víctor Jordá, nos introdujo en la historia y en los orígenes de este
género musical, tanto a nivel internacional como a nivel local. El delegado de
comunicación, Santy Burgui, con la inestimable colaboración de otros dos
miembros fundadores, los músicos Ángel
García y Roberto Hidalgo, explicaron a los allí presentes los motivos de la
reciente creación de la Sociedad de Blues, los objetivos a corto, medio y largo
plazo, los medios de financiación de la Sociedad y las actividades que llevarán
a cabo mensualmente en el espacio Fórum Fnac. Además, el público tuvo la
oportunidad “in situ” de darse de alta
en la SBA. René M. Van Zummeren, bajista holandés y miembro también de la
Sociedad, fue el encargado de realizar las inscripciones.
Y, de nuevo, la música. Temas
como `walk on´ (Sonny Terry & Brownie Mc Ghee), `Woke up this morning´
(B.B.King), o `Christine´ (Big Walter Horton), entre otros, sonaron en las
voces e instrumentos de estos cinco “bluesman”. Parecían encarnar a grandes leyendas
del blues que, de algún modo, revivieron en cada uno de ellos.
Un público entregado coreaba y
bailaba cada nota musical. Los allí presentes, respiramos libertad. La misma
libertad que pudieron sentir los afroamericanos al alcanzar por primera vez su
independencia como seres libres que llegaron a ser.
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